Así es como llaman a semejante prenda en el mercadillo de mi barrio –ahora vivo en el barrio de enfrente, nada castizo y más bienpensante-, y sin ánimo de burla, a juego con las lentegas y las almóndigas del menú del bar de la esquina. Bueno, pues ya que el viernes me dormí mientras veía el telediario –si, ese de las 21:00 PM- y me desperté al día siguiente a las 11:00 AM, señal inequívoca de que estaba muy muy mal, porque yo nunca duermo más de 6 horas, y ya totalmente “despejada”, el sábado por la mañana me lancé a ver que había de bueno en mis tiendas de lanas, con dos ideas en la cabeza; hilo para un chal de arañas que quiero regalar, y lanas para los calcetines de mi Swapetin@.
El hilo para el chal, en vez de ser de un color oscuro como tenía pensado, ha sido crudo, de la calidad Fenicia de Lanas Stop, superbonito y muy agradable de trabajar. Estos son los resultados del trabajo del sábado tarde:
Del hilo/lana para los calcetines de mi Swapetina ya llevaba una idea, pero ahora tengo una gran crisis:
Opción 1. Si utilizo merino 100% del habitual –fino, suave, agradable y elástico-, quien se va a poner esos calcetines en junio?
Opción 2. Si utilizo alguna calidad de algodón de las que conozco –fino, fresquito, nada elástico, y con probabilidad de que se clave (que una de niña acabó hasta el gorro de los calcetinitos de perlé, y no digamos de las bragas aquellas tan monas)-, le gustarán a mi Swapetina?
En estas estamos, y me gustaría tener el hilo/lana elegido ya esta semana, y, una vez elija el modelito, si me pongo, en 2-3 días los tendría tejidos.
Estos son los primeros calcetines que hice, en plena adolescencia, con restos de lanas y haciéndome las agujas yo misma porque entonces las agujas de dos puntas se habían extinguido (esto que os cuento es muy cierto).
Estos los hice a raíz de la última compra de lana. Son los Baudelaire, de color granate -aunque no lo parezca-, sustituyendo la goma por unas puntitas.
Estos son de invención propia.
Este de rayitas está aún “single” el probrecito.
Además, aproveché el sábado para comprarle a mi sobrina Alexandra un libro de piratas -que ya me hubiera gustado a mí tener de pequeña-, a mi sobrino una moleskine para que escriba sus cositas, y para mi una revista de Lanas Stop, que sobretodo lleva cosas tejidas a ganchillo, y muuuuchos chales, aunque en realidad quería este libro, pero no lo encontré en ningún sitio
Respecto a los zapatitos que os posteo de cuando en cuando, no había puesto antes el enlace porque pensaba que ya no existía, ya que yo lo consulte hace por lo menos cinco años. El enlace es este, de la página web de Tricotin.
