No me he ido porque me quisiera ir, sino porque ando muy agobiada con temas de trabajo y demás. Mi nueva vida de ejecutiva multiusos es un poco durilla, y el estres está acabando conmigo. Cuando llego a casa no tengo nada de ganas de hacer fotos o sentarme más tiempo delante del ordenador, y muchas veces ni siquiera de tejer o leer, así que la cosa es grave.
Y así he llegado a julio. El peor mes, porque todo el mundo se va de vacaciones en agosto y hay que liquidar un montón de temas...
Habitualmente al maridito lo tengo trabajando los findes -una de las grandes "ventajas" de ser autónomo-, pero hoy, como gran excepción, Blankito y él se han ido de "despedida de soltero", y yo en vez de darle al aspirador y hacer la comida me he sentado delante del ordenador, je, je.
A principios de mayo, y después de un evento familiar de esos que coincides con familiares que no ves casi, nunca decidí hacer felices a mis tias, las hermanas de mi padre, y tejeles un chal.
Como soy un poco envidiosilla -je, je-, he empezado una Razor cami para regalar, y así me relajo de los desastres que hago remallando el Madli's shawl, que ya voy por el tercer intento y creo que lo volveré a deshacer.