Ahora que estamos otra vez en la ciudad no hacemos más que renegar de nuestra vida de urbanita. Y es que eso de despertarse con los pajaritos, estar todo el día rascándose la barriga hasta el aburrimiento, y ocuparse solo de las necesidades básicas, engancha a cualquiera.
El campo está tan bonito ahora.
Y hay un montón de flores y plantitas, que hacen honor al sitio donde están.
Uno de los días fuimos a ver unas buitreras.
A Blanco no le hacía ni pizca de gracia ver los buitres volando sobre su cabeza, y menos ver como sus amitos los miraban con tanta emoción. Hasta intentaba olerlos a distancia –la verdad es que deben echar buen tufo los animalicos.
Tanta desconfianza le inspiraban – je, je - que acabó echándose la siesta a cubierto, y de paso emulando un poco a Romeo.
Vosotros si que sabéis! el sitio es una verdadera preciosidad ;)
ResponderEliminar¡Qué paisajes mas bonitos!me apetecen unas vacaciones asi.
ResponderEliminarbesos
Ahhh, que preciosidad!! Yo tambien quiero :)
ResponderEliminar¡Vacaciones! ¡Qué suerte!
ResponderEliminarEl paisaje es hermoso, pero mas lo es Blanco, que can mas bello me encantan así los perritos.
ResponderEliminarmuy lindo tu perro.
Saludos
Marcela